domingo, 19 de octubre de 2014

VIVIR SIN DOLOR

Tal vez la mayor fuente de estrés y dolor sea simplemente la de cometer errores. Los errores son a menudo grandes maestros. Después de todo, nuestra Mente Negativa es nuestro aspecto más fuerte y más instintivo. Cuando cometemos un error o creamos dolor, estamos muy motivados a alejarnos de ese dolor. Si nuestra mente positiva está activa, hacemos algo diferente, probamos cambiar de dirección. Los errores pueden sentirse como una perdida tanto de energía como de tiempo, y muchos no son reversibles. La oportunidad viene a nosotros a cada momento. Si tomamos la oportunidad y actuamos sobre ella efectivamente o si no llevamos a cabo y cumplimos su promesa, entonces la perdemos, permanentemente. A veces elegimos una estrategia desafortunada y nos cuesta un dolor físico, una angustia mental, o el estatus y el prestigio. Muchas veces, corregir o compensar un error lleva más esfuerzo que no cometerlo en primer lugar. En este sentido creamos nuestro propio estrés y nuestro propio dolor. No hemos cultivado el hábito de usar nuestra intuición e inteligencia unidas. La intuición nos permite saber qué es qué y donde actuar. Luego, la intuición utiliza la inteligencia aplicada para solucionar el problema e implementar una estrategia. La intuición crea una sintonía entre nuestro ser finito y nuestro Ser Infinito. La inteligencia aplicada usa la conciencia y la eficiencia para movernos progresivamente hacia el objetivo. 

Normalmente, nuestras acciones son motivadas por triunfos a corto plazo, o dictadas por nuestras conmociones del pasado o nuestros miedos al futuro. Como maestros, tenemos más riesgos que cualquiera porque nuestros errores no solo nos causan dolor sino que también causan dolor a nuestros alumnos. Y en el subconsciente del estudiante un maestro es infinito, por eso las repercusiones pueden ser enormes; incluso pueden afectar de por vida ... Yogui Bhajan nos dio una formula guía para evitar los errores que crean estrés espiritual como maestros: "La vida es un drama en la que todo lo personal tiene que entenderse de manera impersonal, y todo lo impersonal tiene que entenderse de una manera personal. Si no puedes hacer esto, no puedes vivir." Pero con esta misma formula nos advierte, "Todo lo que tienes que hacer es cometer un error y estas hecho. Así es la vida". Hay un hueco. Ese hueco representa la elección de como vivir. O actuamos con conciencia de nuestro Ser Superior en el cual reconocemos a Dios y a nuestro Infinito, o actuamos desde nuestras emociones, apegos e identidad finita. No puedes tender un puente hacia el Infinito usando el finito. No puedes ser en parte puro o de alguna manera entregado: estás comprometido a tu conciencia y tu espíritu o no lo estás. Confías en Dios o no confías. Sirves o manipulas.

Para cruzar ese Puente, necesitamos experimentar nuestra propia efectividad. Debemos saber que tenemos una sociedad con nuestro ser y nuestro Ser Infinito. A menudo nos construimos identidades falsas: creemos que somos inútiles, que nuestras vidas son en vano, o que hemos fallado porque no tenemos es amor, el estatus, el reconocimiento, el sexo u otras cosas que creemos que merecemos. Necesitamos limpiar nuestras mentes, parar de reaccionar ante estos dolores falsos, dejar de crearlos e invocar al poder de nuestro espíritu. Cuando hacemos esto, descubrimos que podemos vivir en coexistencia pacifica con otra gente y dentro del flujo natural de la vida. Encontramos una medida de aceptación, que hasta este momento no estaba disponible para nosotros.

"No vivimos y dejamos vivir. Decimos eso; pero cuando dices "vive y deja vivir", quieres decir: " déjame solo". No significa que "Yo soy, Yo soy" y "Tu eres Tu" y entonces "Tengamos paz". No hay coexistencia pacifica. Sin paz mental, no hay paz en el corazón. No pertenecemos a nadie - a Buda, a Cristo, a nadie- Solo pertenecemos a la pelea". Entonces necesitamos perforar la neblina de los conflictos internos y de los dolores emocionales y actuar desde el lugar de la efectividad, la compasión y el propósito compartido. De otra manera, nuestra presencia ya no crea sanación, sino solo estrés. 

Para la clase de Kundalini Yoga de esta semana he pensado en enseñaros una kriya que conduce hacia un proceso de renacimiento. Llegamos a tocar ese lugar dentro de nosotros que elige la paz; vamos mas allá de nuestros conflictos emocionales y paramos de cometer los errores que crean estrés y dolor en nuestras vidas.

Yo tuve mi propia experiencia en una de las clases del módulo "Vitalidad y Estrés" dentro de la formación que me capacita para ser profesora de Kundalini Yoga (Nivel 2). Puedo decir que tanto estas palabras que acabo de compartir con vosotros, extraídas del manual del curso, como la propia experiencia de la kriya en si, cambio algo dentro de mi para siempre. No fui consciente en ese momento, pero si que lo soy ahora, viendo el transcurso que ha tomado mi vida después de las decisiones tomadas. 


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